En el entorno de los eventos es común referirse de forma genérica a casi cualquier plataforma como «tarima rosco». Si bien es algo generalmente aceptado, conviene recordar el origen del término y por qué se utiliza habitualmente en el ámbito de la escenografía.

Se podría pensar que el término proviene de una marca, Rosco, y que esas son sus tarimas. Esto no es así. Las tarimas marca «Rosco» en realidad no existen. La firma norteamericana Rosco Laboratories es conocida mundialmente por sus productos para escenografía.

Tienen máquinas de humo, filtros de color, equipos de proyección… pero no tarimas. Lo que sí hacen es distribuir sus productos de forma internacional a través de distribuidores locales, y es ahí donde nace la confusión.

En España, a principios de los años ochenta, los productos de la marca Rosco eran comercializados por la firma Rosco-Ibérica.  Además de Rosco también distribuían plataformas escénicas fabricadas por Schnakenberg, marca alemana conocida por su gama de tarimas Nivoflex.

Estas tarimas (Nivoflex, fabricadas por Schnakenberg) se distribuian en España con la etiqueta de Rosco Ibérica, pasando a ser identificadas desde entonces como «tarimas Rosco». En realidad no tenían nada que ver con la marca americana Rosco.

A finales del siglo pasado, el agente comercial de Schnakenberg en España y Portugal, Nivoflex-Ibérica SL, comenzó la fabricación de su línea de tarimas SLine en Barcelona. En esa época Serviescenic era cliente de Nivoflex Ibérica, utilizando su producto.

En el año 2005, Serviescenic SL adquirió la fábrica, utillajes y existencias de Nivoflex-Ibérica en Barcelona, trasladando la producción a Arganda del Rey (Madrid), donde fabricamos plataformas escénicas bajo la marca MAXLITE.

En mayo de 2016 Rosco-Ibérica dejó de distribuir los productos Schnakenberg, entre los que se encuentran las plataformas Nivoflex.

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